Adiós a la monotonía…
Anuncié que había comprado algunas prendas en línea.
"Entonces, ¿qué compraste?", Dijo alguien.
-Esto -le dije desplumando el cuello de vuelos  y voluminoso de mi blusa a rayas azul bebé y rosa pálido.
La hermana de mi amigo,  sonrió y dijo, con  un estilo fresco: "Parecerías fabulosa en color turquesa, coral y rosado  fuertes. Verde esmeralda también.

Yo nunca llevaba colores fuertes y brillantes como ese. Yo era una chica pastel pálido durante el día, negro en la noche, y todas mis compras las hago por correo. Solía ​​importarme poco lo que parecía. Pero ella era consultora de color y pensé que sabía de qué estaba hablando. -Dígame más -dije.

La semana siguiente me encontré sentada en su oficina cubierta en tejidos de colores brillantes. Y tenía toda la razón. Los colores fuertes, claros brillantes levantaron mi tez entera, hicieron el color miel de mis ojos más agudos y más brillantes y mi piel  pálida brilla como la porcelana más fina.. Aprendí la diferencia entre un naranja-rojo y un azul-rojo - cómo uno puede parecer grandiosa en usted, el otro terrible, dependiendo de su coloración natural.

Por último, aprendí que debería tener un día en las tiendas por lo menos una vez cada seis meses, para mantener un registro de las tendencias y ver qué hay de nuevo.

Luego vino el armario despejado. Ella me ayudó a deshacerme de cuatro sweters negros que eran del color equivocado, del estilo equivocado o sencillamente pasados ​​de moda (¿quién no es culpable de guardar  algo  mucho tiempo  porque costó mucho en ese momento? )

Nunca miré hacia atrás. Diez años después sigo las reglas de color. Llevo mis muestras de color conmigo cuando voy de compras. Esto hace todo el proceso tan fácil - puedo entrar en una tienda y ver con una mirada si un estante tiene algo en él de interés para mí. Todavía cometo  errores, pero estoy más confiada acerca de las compras y cómo me veo. Compro menos y lo que tengo, me lo pongo.

Creo que cada mujer debe tener una consulta de color  para su 21 cumpleaños. Puedo decir honestamente que la consulta de color fue el mejor dinero que he gastado. Y el de mejor valor.